Los sabores nos traen son portadores de recuerdos y, sin duda, hacemos de todo para que los huéspedes no nos olviden:
Empezamos un luminoso día frente al mar con la alegría de crujientes arepitas, bollitos y mermeladas (hasta de caraota negra con almendra…), frutas tropicales y quesos frescos.
Al atardecer disfrutamos de aperitivos y abrebocas en unos cómodos sofás con el viento tibio que siempre nos acompaña, para después sentarnos en una mesa con velas y flores para vivir el rito de la cena: son 4 platos de gastronomía nueva, fresca y algunas veces sorprendente.
Para nosotros la gastronomía es un acto de amor compartido. Aquí no hay secretos: compartimos todas las recetas.